Varias discográficas han decidido no enviar más discos a las emisoras de radio, ni largos, ni sencillos. Así, desde hace un par de meses, mandan su música por correo electrónico en formato mp3. Los temas llegan por email y un técnico de la emisora los agrupa en cds. Las canciones quedan encerradas en un reco de triste carátula, diseño impersonal y carecen de la menor información (sólo ponen la duración, y a veces es un dato erróneo).
A la hora de seleccionar música, esa marabunta de discos tristes no te atrae lo más mínimo, te echa para atrás, y supongo que le pasará a más gente. La medida busca ahorrar costes pero... ¿a qué precio? Creo que la idea se les puede volver en contra porque llegan tantos discos que das prioridad a los que llevan dossier, biografía e información como autoría, colaboraciones, formación, etc.
Esa opción puede servir para las llamadas "radio-fórmulas", donde un locutor apenas aporta otra cosa que decir la hora y la coletilla... "ya falta menos para el fin de semana", un esquema más cercano al frío hilo musical que a un programa de radio...
xabi sanmartín