Isobel Campbell en este disco lo asume casi todo. Canta, compone y ayuda a Willy Mason, cantautor
yanki que es un don nadie para nosotros y aquí suple a Lanegan en "No place to fall", una de las dos versiones de "Townes Van Zandt" que incluye el disco [otra es "You Won’t Let Me Down Again"].

Isobel, escocesa, es conocida por estar en la banda pop Belle and Sebastian pero un día, en 2006, grabó un álbum a dúo con Mark Lanegan, maestro del rock americano de los últimos veinte años, y todo cambió. Aquel álbum, Ballad of the Broken Seas, parecía la típica historia puntual pero no. Hoy la conexión Campbell + Lanegan, estrena tercer capítulo.

El disco es raro, deslabazado. Tanto, que acaba con un tema de gospel/soul ["Lately"], toma su título
de un abrasador instrumental cuyo saxo vuela sobre un ritmo propio del Green Onions de Booker T; hay por el medio un corte celta ["Eyes of green"], y varios temas lentos sin mucha sintonía entre sí,
desde un blues de clima Ry Cooder como es "Snake Song", a un corte inicial muy meloso, o un pasaje con ese clima de carretera infinita entre moteles cutres ["You Won’t Let Me Down Again"] cuya atmósfera genuinamente americana carece de los matices necesarios para ser algo más que un single del montón.

En breve estarán de gira, y me gustaría saber con qué banda. En el disco hay cortes que emplean
violines, caso de "Come Undone" [peligrosamente parecida a un clásico del soul sensual] y no sé cómo trasladarán eso al escenario. A su favor juega que Lanegan es un talento que se las sabe todas.
Ella, en "No Place To Fall", prueba que siendo británica sabe sintonizar con ese acento de country
dulce propio de Emmylou Harris y otras grandes del género, lo que no es poco.

Una curiosidad: James Iha, excomponente de Smashing Pumpkins, hace el solo de guitarra de "You Won’t Let Me Down Again".