20 Noviembre de 2015 en sala Camelot, Salamanca

• · Grupo: Whisky para los Pájaros
• · Público: 200 personas.
• · Precio: Entrada Libre.
• · Promotora: sala Camelot

Whisky para los Pájaros, grupo salmantino de pop rock, han presentado en la sala Camelot su primer disco, Electroshock (Lula Records, 2014). Es fruto del premio del VII Concurso de grupos Ciudad de Salamanca y sus temas han centrado esta actuación arropada por unas doscientas personas atentas a una banda que reparte energía, melodías pegadizas y letras cuidadas.

El álbum de Whisky para los Pájaros (WPLP), compuesto por 10 temas, ha sido grabado y mezclado en los estudios de Lauren Stradmann con la colaboración de músicos como Luis Dulzaides (percusionista de Alejandro Sanz y Estopa) y Red Hamani (guitarrista de Revólver y Marlango). Liderados por el vocalista Óscar Borona, el grupo ya ha sido telonero de Loquillo y busca hacerse hueco en el amplio y complejo panorama de pop-rock español.

Desde bien temprano, las puertas de la mítica sala Camelot dejaban entrar a asistentes que, con copa en mano, esperaban impacientes el directo de WPLP. Sobre las 21:50 horas, unas 200 personas aplaudieron enérgicamente la salida de los seis componentes del grupo abriendo el set con "Me dejo llevar". El auditorio tomó en cuenta la propuesta emanada del estribillo, dejándose llevar desde ese mismo instante hasta el final del concierto.

Antes de seguir con el directo del nuevo álbum, Óscar, con permiso de la banda, recuperó un viejo tema titulado "El hombre que hizo sonreír al sauce llorón", perteneciente a Deseo de Ser Piel Roja, un grupo anterior del que fue vocalista –no sería el único tema recuperado–.

Tras las palabras "Buenos días a nadie, buenas noches a todos", llegaron las primeras notas de "Camarera a mediodía". Óscar tomó el micrófono por bandera, bajó desde el escenario y sin complejos se dirigió hasta la camarera de una de las barras. Junto a ella, interpretó esa apasionada letra.
Si algo caracteriza a esta prometedora banda en sus conciertos es que irradian una actitud enérgica, positiva, repleta de concesiones ante el público.

Tras una cuidada introducción dirigida por guitarras y teclado, Whisky para los Pájaros hicieron sonar un tema melódico y pegadizo, "Arrecife, Vodka y Dinamita". Tras ello, el sexteto nos hizo disfrutar con "Revolución", corte protagonizado por efectos de flangers (efecto que produce un sonido metalizado oscilante), coros y una variada presencia rítmica.

Sin apenas tomar aire, Borona cantó dos temas más de su antiguo grupo, "Atila con zapatos de tacón" y "Los viejos rockeros nunca mueren", seguidos de "Resurrección", uno de los mejores temas del álbum editado antes de dar paso a la sorpresa de la noche: la colaboración de Godaiva, grupo de pop rock salmantino compuesto por Fátima García y Chefo Martín. Juntos interpretaron una joya, "En una playa con sabor a blues".

Foto: Whisky para los Pájaros ante unas 200 personas en la sala Camelot

Llegado al ecuador del concierto, homenajearon en formato acústico a otros artistas, referentes e inspiración de sus letras. "Flores negras", "Por el bulevar de los sueños rotos", del maestro Joaquín Sabina (Esta boca es mía, 1994) e "Insurrección", de El Último de la fila (Enemigos de lo ajeno, 1986), fueron los temas seleccionados para el momento más profundo y personal de la sesión.

Cargados de buen rollo, el grupo se preparaba para encauzar la recta final apostando por las contundentes sonoridades y melodías pegadizas de "Cocaína para el sol" y "El club de los que bailan poco". Tras la obligada presentación de los componentes de la banda y el eterno agradecimiento a su público –sin olvidar promotores–, sonó el single que da nombre al disco, "Electroshock".

Sin darnos cuenta, el concierto estaba llegando a su final. Para la despedida, Whisky para los Pájaros reservaron los acordes de "Qué fácil es bailar con una estatua".

Con un bis generoso de tres temas, "Creo", "El más triste de los pianos" y "Electroshock" (repetido), el grupo decía adiós a un público eufórico tras más de hora y media de intenso directo. A pesar de las imperfecciones propias de una banda de reciente creación, estos músicos prometedores esperan sonar dentro del ámbito de pop-rock nacional con un sello de identidad inigualable: energía, melodías pegadizas y letras en castellano de gran presencia poética, especialmente cuidadas.