01 Agosto de 2013 en Resurrection Festival, Viveiro, Lugo

• · Grupos: Jueves 1 Agosto: Lamb of God + Trivium + The Casualties + Switchtense + Bastards on Parade + Againts the Waves + Jello Biafra + Madball + Devil in Me + Escuela de Odio + Posession + Inordem + Mutant Squad + The Flatliners + The Amsterdam Redlight District + A New Heaven Arise. Viernes 2 agosto: Slayer + Millencolin + Exodus + Belvedere + No Turning Back + Rise to Fall + For The Glory + DRI + Comeback Kid + Integrity + Lendakaris Muertos + Avulsed + Noctem + Noiseast + Display of Power + Brutality will Prevail + Rise of the Northstar + Dawn of the Maya + Violent Eve. Sábado 3 agosto: Bad Religion + Killswitch Engage + Biohazard + Crisix + Vita Imana + Blowfuse + Black Flag + Strung Out + Toundra + Dia de los Muertos + Horn of the Rhino + Exodia + Rancis + Evergreen Tearrace + Mostomalta + Thirteen Bled Promises + We Ride.
• · Público: unas 30.000 personas por día [según fuentes del festival].
• · Precio: Abono a 69 euros, entrada diaria a 40 euros.
• · Promotora: Resurrection Fest.

En un lugar de Galicia, de cuyo nombre sí quiero acordarme, no ha mucho que un valiente anónimo trajo desde Queens [New York, EE.UU] a unos grandes del hardcore, Sick Of It All. Iván Méndez, así se llama quien tuvo el valor de organizar semejante bolo en Viveiro [Lugo], pueblo costero de 16.000 habitantes. Y año tras año, a base de trabajo y ganas de ofrecer un evento distinto al resto de festivales nacionales consagrados, Iván ha convertido esa semilla en un punto de encuentro para los incondicionales de estilos tan poco comerciales como el hardcore, punk, trash, metal, etc. Y ante la octava edición del Resurrection Fest dos miembros del equipo de La Ganzúa hemos viajado hasta allí para contaros todos los detalles de la mayor explosión volcánica del verano.

El Resurrection Fest 2013 dura tres días, dando cabida a sesenta y cinco grupos, entre bandas nacionales e internacionales. Hay tres escenarios ( Monster – el principal-, Jägesmeister y Arnette) y, al contrario que otros festivales, las actuaciones no se pisan jamás porque se respetan los horarios a rajatabla. La entrada y salida del recinto es muy fluida a pesar de que los miembros de seguridad hacen más registros que en la aduana con Marruecos.

Además de espacio para los conciertos, hay una amplísima zona de merchandising, áreas de comida y bebida variada [desde vegetariana hasta parrillada argentina, todo ello a precios asequibles], stand para la firma de discos, skatepark de exhibición y zona chill out... En el exterior, existen tres zonas de acampada, dos a pocos minutos andando [autobús todo el día a un euro para los más cómodos] y otra situada en la zona alta de Viveiro, en un mirador con vistas impresionantes a donde solo se llega en vehículo propio [quien quiera subir andando mejor que se abstenga]. A pocos minutos del recinto del festival brilla la playa de Covas entre una amplísima oferta de servicios que reúne esta pequeña pero importante localidad gracias a su estratégica localización para la pesca y el comercio. Al concluir los conciertos, a pocos minutos, está la zona de bares del pueblo, donde nos reunimos los más crápulas para seguir deleitándonos a base de buena música y gran ambiente...

Os detallo ya las actuaciones más destacadas. Quienes esperen una crónica de los grupos más tempraneros pueden ir cerrando la página, pues el licor de café autóctono del lugar y mi devoción por los amaneceres no son compatibles con ello.

Jueves, primera jornada.
Actuaciones: 1906 , Mutant Squad , Against The Waves , Amenaza de Muerte, Oddy Lane , Inordem , Bastards On Parade , Posession , Änima , Switchtense , A New Heaven Arise , Escuela de Odio, The Casualties , The Amsterdam Red-Light District , Devil In Me , Trivium , The Flatliners , Madball , Lamb of God y Jello Biafra and The Guantanamo School of Medicine.

Foto: The Casualties, los neoyorkinos se marcaron una versión de Eskorbuto.

Tras doce horas de viaje por carretera, dejando atrás mil cien kilómetros desde Cádiz hasta Viveiro, llegamos al epicentro de nuestra cita. Miro bien la guía para racionalizar fuerzas hasta el último bolo del día, por lo que mi primera elección es The Casualties. Con nueve discos a sus espaldas, la banda neoyorkina, abanderada del street punk, llega tras publicar su último trabajo el año pasado, Resistance. Declaración de intenciones de su líder, Jorge Herrera, único miembro original desde que iniciaron su trayectoria a mediados de los noventa.

Comienzan su actuación con el primer track del mencionado álbum, "My Blood, My life". Destaco a Mark Eggers, nadie me avisó que en vez de batería llevasen una kalashnikov, menuda energía. Me deja con la boca abierta el guiño a Eskorbuto, lanzándose con "Antes de la Guerra", si me lo cuentan no me lo creo. Un buen comienzo para mi andadura en el Resurrection.

Mi siguiente apuesta a caballo ganador es Trivium, una de las últimas grandes sorpresas del heavy metal norteamericano. Los de Florida empiezan con mal pie, pues tienen que parar para arreglar un fallo de las vallas de seguridad. No sé si es por este percance, pero realmente me he llevado un chasco con ellos. Demasiado fríos. Soy consciente de su evolución a composiciones más melódicas en los últimos años pero esto no es excusa para que me haya quedado igual de lo que estaba.

Después de perder mi anterior apuesta, estoy decidido a acertar esta vez. Vámonos a ver a los canadiendes The Flatliners. Curioso ver una banda posterior al año dos mil que mezcle estilos como el punk rock y el ska. Un acierto no meterlos en el escenario grande, pues les hubiera sobrado espacio. Estamos en un festival y temas como "Carry The Banner", "Daggers" o "Count Your Bruises" nos hacen botar y mover los huesos como mandan los cánones. No es un grupazo pero qué gustazo estar en medio de lo que se está cocinando en esta olla a presión. El ambiente es cojonudo, mire a donde mire veo a todos disfrutar de lo lindo. Por cierto, si la tinta de los tatuajes valiera su peso en oro, esto sería El Dorado. Más de uno aprovecha estas ocasiones para vacilar un poco de tatoos, dilataciones, etc. al más puro estilo gallo de corral. Me parece muy bien, lo prefiero mil veces a ver polos Lacoste, aunque me da por pensar que igual de alineados están ambos en muchos casos... pero bueno, vayamos a la cuestión musical, el debate de esto daría para mucho y no estamos aquí para hablar de que el mileniarimo va a... Siguiente parada, Madball, otro combo de New York. No es la primera vez que vienen al Resurrection, ya son como de la familia. Toda una lección de hardcore punk, pero venidos a menos desde que vieran la luz en los años ochenta.

Foto: Lamb of God, setlist lleno de explosiones.

A pesar de ello, son un aperitivo de lujo para la bomba H del día, Lamb of God. Son las doce de la noche y "Desolation" comienza a sonar en el escenario grande. No lo he mencionado antes, pero la calidad de sonido durante toda la jornada está siendo de categoría; no os hacéis a la idea de cómo tiembla la tierra por culpa de estos "suaves" norteamericanos. Metalcore en vena. Un setlist repleto de explosiones continuas, "Ruin", "Contractor", "Omerta", "Redneck", "Black Label", etc., una puesta en escena brutal y un directo para dejar a todos con ganas de comer carne cruda a mordiscos.

Para concluir el día, me preparo para hacer reverencias a una de las estrellas de esta edición. Una leyenda viva del punk estadounidense y referente mundial del género, Jello Biafra.

Foto: Jello Biafra, lo mejor del primer día del Resurrection Fest 2013.

El año pasado actuó "huérfana" su banda de toda la vida, Dead Kennedys, pero en esta ocasión viene él. Quienes no sepáis de quién estamos hablando lo resumiré en que se trata no sólo de uno de los compositores más agudos, ingeniosos y críticos, sino que este señor reinventó el punk antes de que muchos hubiésemos nacido, además de estar metido en todo berenjenal posible, compaginando su carrera musical con el mundo empresarial o político. Su banda actual, The Guantanamo School Of Medicine, chúpate esa. Su directo es una mezcla entre fiesta y meter los dedos en el enchufe, quizás sobra algo de parafernalia o sobreactuación pero, desde luego, si tengo que elegir al mejor del día, Jello es el ganador. Los metaleros me matarán por ello pero... prefiero este estilo, y como soy el que escribe, le doy la medalla a él. Es hora de descansar, aunque no sé si es muy correcto decir que descansar es ir a bailar y beber con todos los que me encuentre por las calles de Viveiro hasta el amanecer. Hablaré con la Real Academia por si esta acepción es correcta.

Viernes, segunda jornada.
Actuaciones: CVLT, Noiseast, For The Glory, Violent Eve, Noctem, Vita Imana, Nao, Avulsed, No Turning Back, Dawn Of The Maya, Lendakaris Muertos, Belvedere, Rise Of The Northstar, Integrity, Exodus, Brutality Will Prevail, Comeback Kid, Slayer, The Exploited, Millencolin y Display of Power (Pantera Tribute).

Foto: Exodus, orgía de acordes y baterías kamikazes

Lo primero que tengo que decir en esta jornada es, ¿a quién se le ha ocurrido poner a Vita Imana a las cinco de la tarde?. Esa es la hora del té con pastas y no del heavy metal. Hoy voy a hacer pocas apuestas, pero seguras. No os voy a tener leyendo esta crónica durante todo el día. Por fin voy a tener delante de mis narices a Exodus. Podría escribir ríos de tinta sobre la historia de estos monstruos de San Francisco. Uno de los padres del trush y speed metal.
Continuos cambios de formación pero siguiendo una línea lógica y coherente a lo largo de toda su trayectoria; hasta Kirt Hammet – Metallica - fue miembro de la banda. Actualmente están liderados por Gary Holt, guitarrista de altos vuelos y principal compositor. Por algo es el sustituto del desaparecido Jeff Hanneman en las filas de Slayer. Detonan nueve temazos, uno tras otro con breve introducción de su cantante, Rob Dukes, animando a los presentes a liar, literalmente, una estampida del Serengueti. A mis treinta y cuatro años, no había probado lo que es un auténtico circle pit; hoy es el día y además con inmejorable maestro de ceremonias.

Ya no estamos para estos trotes pero es un subidón adrenalínico verse metido en medio de cien apisonadoras corriendo a modo de ñus salvajes a ritmo de speed metal. Son brutales. "Beyond The Pale", "Bonded By Blood" o "Strike Of The Beast" son pepinazos tan gordos que sólo puedo gritar de placer y sumarme a esta orgía de acordes y baterías kamikazes.

Mi siguiente plato del día, otro seísmo, Slayer. Hoy creo que moriré a base de riffs del diablo y baterías nucleares, vamos a por ellos. Poco se puede decir que no sepáis de estos célebres californianos, de hecho, ya cubrimos su crónica en el pasado Sonisphere 2012. Para no repetirnos, actualizaremos la información con la desgraciada muerte de su guitarrista, Mr. Hanneman. No sé si será por este motivo, pero la banda parece haberse regenerado en cuanto a energía se refiere. La incorporación de Gary Holt contagia la sensación de una segunda juventud en el directo de la formación. Mucho mejores que cuando los vi hace un año. Abren con "Disciple", "War Ensemble" y "Hallowed Point", me entra la risa tonta de pensarlo. Qué barbaridad, ¡gracias por existir señores!, ¡son apisonadoras, son los putos amos del día!. Seguramente me encuentro ante el mejor concierto de todo el festival, no tengo mejor manera de explicarlo. Bueno sí, terminan con "Raining Blood", "South Of Heaven" y "Angel of Death", a buen entendedor... pocas palabras bastan. He muerto y resucitado, puro power.
Buscaré una servilleta para limpiarme las babas.

Después de esto podría irme a Cádiz con una sonrisa de oreja a oreja, ¡pero no!, nos queda más de un día. Que me perdonen los amantes de The Exploited, pero necesito aire y refrigerio para poder continuar al pie del cañón. Ahora cambiaremos de registro, ¿os parece bien un poco de skate punk?, ¿os suena raro ese nombre?, ¿y si os digo... Millencolin? Ahora sí, jeje. La banda sueca que ya estuvo en 2009 en Galicia (Santiago de Compostela) no se amedrentan por estar rodeados de tanta descarga brutal. Todo lo contrario, a pesar de no sacar álbum de estudio desde el pasado 2008, nos regalan doce tracks, llenos de vitalidad y energía, "No Cigar", "Fox", "Bullion", "Black Eye", " Detox", etc. Si antes botamos como salvajes, ahora bailamos como locos. Si viera en estos momentos a Iván Méndez, lo llevaría a hombros por toda la pista.

Para concluir el día, me dirijo a un concierto tributo, personalmente odio este tipo de bolos.
Pero esto es el Resurrection, aquí todo se supera, y no iba a ser la excepción. Display Of Power son los osados que nos traen a Pantera como cierre de la jornada. No sé si son las cervezas que llevo ya en el cuerpo, pero que me pinchen si no es Phil Anselmo el que está subido sobre el escenario. Me lo estoy pasando mejor que un cochino en un charco. No me extenderé mucho con un tributo, sólo os digo que... Fucking Hostileee!!!.

Como cierre, volveré a descansar. Viva Viveiro!!!

Sábado, jornada final.
Actuaciones: Blast Off, Exodia, Wolves Are Coming, Blowfuse, Trashnos, Horn Of The Rhino, Rise To Fall, We Ride, Día De Los Muertos, Crisix, Thirteen Bled Promises, Toundra, I Killed The Prom Queen, Mostomalta, Your Demise, Killswitch Engage, Evergreen Terrace, Black Flag, Bad Religion, Strung Out, Biohazard y Rancis (Rancid Tribute).

Último día. Las fuerzas flaquean pero hoy es la traca final, así que vamos para dentro. Empiezo con uno de mis grupos nacionales favoritos, Toundra. Al igual que Slayer, La Ganzúa cubrió su concierto en la pasada edición del Monkey Week. Esta vez vienen con su último disco, III, bajo el brazo. Sólo tocan durante treinta y cinco minutos, pero es tiempo suficiente para volar con su contundencia instrumental. Tocando así, para qué tener un cantante. "Muero con Bizancio", un final de miel en los labios y levitación espiritual.
Hago tiempo a base de cebada a la espera de otro de los putos amos de esta edición. Tengo el infinito placer de encontrarme cara a cara con una de las bandas más influyentes del hardcore de la historia. Empieza la actuación de los californianos Black Flag. Cierto es que no está con ellos el mítico Henry Rollins, y también es verdad que hace casi treinta años que pasó la época dorada del género en la zona del pacífico de EEUU., pero eso ahora mismo me da exactamente igual. Escuchar "Rise Above", "Six Pack", "Wasted", "Depression", etc. en directo es un lujazo que no merece ser criticado mientras dura. Se ha montado un fiestón digno del Olimpo del punk.
Eso sí, al concluir el bolo, me queda un sabor de boca agridulce; me doy cuenta que los años no pasan en balde y rememorar esta época hoy en día es como comparar un misil tierra aire con un petardo de feria. Ha cambiado infinitamente la actitud y el contexto desde aquel año ochenta, quedando sólo los rescoldos de lo que un día fue una hoguera infernal.

Foto: Bad Religion, infinita experiencia y calidad con sus miembros fundadores.

Con este aire melancólico me dirijo a esperar la actuación de otro gigante. Si existe el punk rock tal y como hoy es conocido, es gracias a ellos. Nacidos en Los Ángeles, compañeros de batalla de Blag Flag y una de las bandas más influyentes de los últimos treinta años. Sobran calificativos para definir a estos señores, en cinco minutos comienza el show de... Bad Religion. Con dieciséis álbumes de estudio publicados, más de tres décadas dando caña y, aun así, manteniendo a sus tres miembros fundadores (Greg Graffin, Brett Gurewitz y Jay Bentley. Voz, guitarra y bajo respectivamente.), la banda emblema de este sonido se presenta con una legión de incondicionales esperando a corear todos sus temas. Este mismo año han sacado su último trabajo, True North, por lo que no sólo se trata de un viejo recuerdo, siguen en la carretera. Seré criticado por decir esto pero, personalmente, no me han llenado todo lo que esperaba. Sin duda se nota la infinita experiencia, calidad y manejo de cada tema, situación y energía concentrada en el recinto esta noche pero... les ha faltado algo. No han llegado a hacerme gritar de placer y, en eso soy un poco animal, para disfrutar del todo me debe salir el alarido del placer. Aun así, un lujazo tenerlos aquí.

Esto está acabando, tengo la sensación del niño que se despide del campamento de verano. No quiero que esto termine, necesito encadenarme aquí y seguir disfrutando hasta que mi cuerpo se desintegre en tierras gallegas. Para despedirme iré al último bolo, otro tributo. El de ayer me sorprendió así que esta vez no haré prejuicios. Se trata de Rancis (el nombrecito me da mala espina... Rancid... Rancis... pero bueno, los veré). Obviando que los integrantes de la banda parecen sacados de una mala serie juvenil del canal Disney (disfrazados de punk modernitos), debo decir que como cierre de un festival son un gran acierto. "Time Bomb", "Ruby Soho", "Roots Radical", etc. es la mejor banda sonora posible para las letras de crédito de esta edición 2013 del Resurrection Fest. Tras ellos, vuelvo a descansar. Pero esta vez pienso "descansar" hasta brindar varias veces con el sol y dar las gracias por todo lo que he vivido durante estos días.

Si tuviera que definir el Resurrection Fest en varias palabras serían: calidad, originalidad, fiesta, cachondeo, organización, variedad, confort, etc. en resumen, FELICIDAD BRUTAL. No sé si el año que viene volveré, pues no se sabe nunca si la canija negra con guadaña le buscará a uno en cualquier momento pero si, desgraciadamente, muero antes de Agosto del 2014, que me lleven en formol a Viveiro. ¡¡¡ ESTOY SEGURO QUE RESUCITARÉ !!! ¡¡¡ LARGA VIDA AL RESURRECTION!!!

Foto: Resurrection Fest 2013, 30.000 personas por día y fiesta garantizada

El festival Resurrection Fest 2014 se celebrará en Viveiro [Lugo] durante los próximos días 31 de julio, y 1 y 2 de agosto y ofrece dos mil abonos a 50 euros hasta el 15 de noviembre.