Ojos de Brujo rompe los tacones, mestizaje sin mascarilla
Por: Sandra Cortés. Fotos: Jesús Cortiñas
Noche de flamenquito fresco en una sala cambiada a última... Empezaron con puntualidad sobre un escenario al que muchos llegamos justos.
09 Noviembre de 2006 en sala RockStar, Bilbao
- · Grupos: Ojos de Brujo.
- · Público: sobre 300 personas
- · Precio: 20/25 euros
- · Promotora: Rock Star.
Noche de flamenquito fresco en una sala cambiada a última... Empezaron con puntualidad sobre un escenario al que muchos llegamos justos para ver a un grupo que dejó la sala aún más pequeña de lo que es pero... la noche sí fue grande.
Abren con una intro galáctica, con voz en off, imágenes [3 pantallasl] y... al frente, la Faralay [Susi, la más aplaudida] marcándose pasos flamencos mientras van sonando palos y sale Marina, con corpiño rojo y negro y su habitual turbante. Suena "Respira", corte de "Techari", ese tercer disco que ya han presentado por media Europa. Al fondo, laten trompeta y palmas, castigando a un lado a la Susi, porque no hay cama pa' tanta gente, que decía la canción y Ojos de Brujo en escena son 10 componentes.
Sacan bandera de bulerías, tocan "Color" mientras pido una Coca Cola, 3,50 euros, y a mi lado alguien paga 18 euros por 2 cervezas y 2 combinados, y pone una cara... nada flamenca. El sonido es bueno, te envuelve, y a Marina se le entienden esas letras kilométricas que definen a una banda con mucho que decir. Un sólo de guitarra de Ramón nos lleva a Cuba con una percusión que mira al son del Caribe. Fusionan con naturalidad, hacen fácil lo que otros intentan. Atacan "Naita", del segundo disco [Bari], la sala bulle y terminan llevando el tema a tierra de electro y hip-hop. Rasgan las guitarras con mimo y nervio, hay polivalencia, y el batería se esmera mientras Panko se convierte en una metralleta.
En "Cale Bari", dedicado a la sangre gitana de la familia de Ramón. Marina y Panko, a dúo, aceleran el ritmo y, a saltos, levantan al personal. Fiesta sí, y nervio crítico también. Frenan y atacan "Agua cristalina es lo que quiero", instrumental con una estrofita y mucho mensaje que abre un largo pasaje instrumental, guitarras, ritmo y palmas. Panko pone los efectos vocales, la Susi reaparece jaleada, y como duende de apoyo el eco de dos cajones y un guiño al beat box [percusión con la voz] en duelo intenso con la batería. La gente se calienta...
En "Los tanguillos marineros", las pantallas del fondo reparten planos horteras de un mar que se superpone a la imagen ¿en vivo? de la bailaora, aunque a lo mejor es algo pregrabado... El número se sale y la ovación toca el cielo. Dicen que se van, hacen una intro de timbales y "para que rompamos los tacones", con la Susi en medio, Marina ataca "Bailaores".
Suben dos espontáneos al escenario, tres, no... cinco... ¡pero si no caben! Ahí sube otro... y otro más. Ramón se levanta con su guitarra, el bajista se deja ver y al rato se suelta el pelo rapeando un rato... ya sólo falta la abuela. Se ve que la banda disfruta tras un año lleno de viajes por el mundo, se gustan y gustan, hacen fotos, ríen... ¡Vaya fin de fiesta!, pienso, mientras meten otro corte con intro electrónica y arábiga, rompen y a saltar: "Zambra", alto y fuerte, corte largo, batería in crescendo y... que sí, que no, que salen otra vez.
Marina nos tira agua. Llevamos casi 2 horas de show. Dos cortes más, entre los que se aclama "El confort no reconforta" y se quedan los miembros más juerguistas para mezclar hip hop y rumba. La gente les corea y acaban con una rara versión de "Tahitá"...
Ojos de Brujo, ellos, Público de Lujo, nosotros. Mestizaje sin filtro ni mascarilla...