Marea, llenazo en Madrid con parte de Los Suaves y dedicatoria a Extremoduro
Por: Sergio Santos S.
Marea es uno de los pocos grupos de nuestra escena rock capaz de llenar pabellones, en este caso el Wizink Center de Madrid. Quizá solo tengan por delante a Extremoduro, que acaban de anunciar su separación y próximos conciertos de despedida. Marea, eso sí, se apoyaron en este bolo en invitados como Charly Domínguez, de Los Suaves.
21 Diciembre de 2019 en Sala WiZink Center, Madrid
- · Grupo: Marea + invitados.
- · Público: Unas 11.000 personas. Lleno.
- · Precio: Entradas desde 25 euros en venta anticipada.
- · Promotora: El Dromedario Records.
Marea son mucho. Y precisamente a Extremoduro, dedicó Kutxi Romero, vocalista de la banda navarra, todo el concierto en Madrid. Lo dijo en cuanto le dirigió la palabra al público tras encadenar los dos primeros temas (“En las encías” y “El temblor”, los dos singles iniciales de su último disco [El Azogue, Warner, 2019]).
“Quiero que sepáis que esta noche, desde la primera nota que yo cante hasta la última se la voy a dedicar a los Extremoduro”. Esa fue la primera frase que salió de la boca del maestro de ceremonias, que a lo largo de la noche se explayó largo y tendido con bromas y arengas variadas, incluso con un par de breves coplas a capella entre tema y tema.
Es innegable que los Marea son conscientes de que tienen a su fervoroso público en el bolsillo desde el primer acorde hasta el último redoble. Lógicamente los temas más coreados fueron los de los discos previos a su hiato (2012-2019), pero varios de los cortes de El Azogue también fueron recibidos como si fueran clásicos (sobre todo “Jindama” (con su poético tributo a Rosendo y Robe Iniesta), “Muchas lanzas”, “En las encías” y “Pecadores”, cantada por El Piñas, bajista de la banda). Se nota que el hiato ha “sentado bien” a su popularidad, que no ha hecho más que crecer en este tiempo.
De hecho podemos afirmar sin temor a equivocarnos que al menos un 50% del pabellón aún no había aprendido a caminar cuando Marea lanzaron su primer álbum en 1999. Precisamente de ese primer álbum (La Patera, BMG) extrajeron tres temas (Lija y terciopelo, Trasegando y Marea, encargada de cerrar todos sus conciertos desde hace años), marcando la tónica de un setlist bastante equilibrado entre todas sus entregas discográficas (llevándose la palma el exitoso Besos de perro, del que extrajeron 5 canciones, solo por detrás de las 9 de El Azogue).
Una pequeña crítica. La sucesión de invitados fue tremenda, a saber: Mai Medina (de Ciclonautas), Pedro Fernández (de La Fuga), Juanito Romero (de Bocanada), Jerry Erro (de Cuatro Madres), Eduardo García (Luter, encargados también de abrir la velada como teloneros), y sobre todo los muy bienvenidos Charly Domínguez y Fernando Calvo del mítico grupo gallego Los Suaves que salieron a tocar dos temas de Los Suaves. Incluso es posible que se nos olvide alguno. Ese es el problema, que fueron tantos y de tan variado pelaje y popularidad que al final era casi imposible seguir el ritmo. Quizá deberían haber sido un poco más selectivos y preparar menos colaboraciones pero “más brillantes”.
En cuanto al sonido, la verdad es que no fue el concierto más brillante que hemos escuchado en el Wizink. Las dos guitarras estaban demasiado “paneadas” en estéreo, así que la parte derecha del pabellón prácticamente no escuchó los exquisitos solos y punteos del Kolibri Díaz mientras que la parte izquierda no pudo disfrutar de la potente guitarra rítmica de César Ramallo.
Aparte de eso, la mezcla general sonaba algo “embarullada”, algo que lógicamente se agravó durante los muchos temas con invitados. De cualquier forma, quizá pequemos de quejicas y quisquillosos, porque tampoco se puede decir que el concierto sonara mal.
Los Marea son una apisonadora y su muro de sonido, aupado y elevado por el coro de doce mil quinientas voces, se impuso y triunfó en el frío de la noche más larga del año.