10 Febrero de 2018 en sala Capitol, Santiago de Compostela, A Coruña

• · Grupos: Los Reyes del KO + Dj Morcego
• · Público: Unas 650 personas.
• · Precio: 15 euros en venta anticipada.
• · Promotor: Goomer.

Los Reyes del KO lo han vuelto a hacer. Tras su regreso puntual el pasado 2017 en el festival de Cazorla... han dado dos conciertos en Ferrol y Santiago para probar que siguen siendo un grupo fundamental en nuestra escena blues.
Marcos Coll, soplando a la armónica junto a Adrián Costa, a la voz y guitarra, han jugado con el viento a favor en su Santiago natal, demostrando que, juntos o por separado, son héroes del mejor blues.
Cada concierto suyo es un chute de alegría, de energía, de ganas de superar... las nubes de cada mañana. Blues power con sabor a norte.

Los Reyes del KO no vuelven. Eso es bueno y malo. Quizá hagan algún que otro concierto futuro pero como banda... por ahora, lo suyo son noches especiales y espaciales, puntuales como esta actuación en una sala Capitol casi llena. Marcos Coll, a la armónica, y Adrián Costa, guitarra y voz, tienen aventuras propias desde hace tiempo con las que van a seguir creciendo... y eso que ganamos todos. Por ejemplo, Marcos vendrá de gira en abril con el italiano Stefano Ronchi.

Los Reyes del KO han tocado en quinteto, reforzados con David Salvador al bajo [toca con Adrián en The Criers], Christian Rannenberg a los teclados [trabaja con Marcos desde hace años, un pianista tan hierático en escena como eficaz en cada bolo] y Julian Vaughn a la batería [músico con prestigio en la escena americana del jazz and blues]... y aunque la banda tuvo el tiempo justo para ensayar, en escena, tuvieron momentos de vuelo alto, como la versión y perversión de "La Paloma".

"La Paloma", tema original del siglo XIX, ¡sí!, es una obra de Sebastián Iradier o convertida en clásico internacional en el siglo XX con mil versiones y tuneada por Marcos y Adrián hasta convertirse en un pequeño hit de Los Reyes del KO, quienes lo alteraron en Santiago como quiseron, tocándolo igual con paso reggae que ska, mezclando humor e imaginación para que bailara toda la sala.

Más allá de ese momentazo festivo que subraya el eclecticismo de Los Reyes del KO, no tuvieron miedo en ralentizar el paso para marcarse el "Young Boy Blues", de Doc Pomus, balada que en su día publicaron en Hot Tin Roof [Hotsak, 2006], "mi disco favorito de los nuestros", confesó Adrián al micro.

Tocando entre amigos, entraban y salían las bromas en escena, con Adrián regalándole a Marcos una casette con grabaciones de sus inicios, una joya de cuando empezaban a foguearse en los escenarios a mediados de los años 90 en la sala Nasa [de Santiado, ahora reconvertida en sala Malatesta], reflejo del clima de camaradería que reinó en la Capitol toda la noche.

Marcos, bajo la camisa de bluesman que cruza el mundo, lució una cami vintage del Obradoiro, el equipo compostelano de la Liga ACB. En concreto la del mítico número 14 de los años 70 del Obra, Tonecho Lorenzo, un icono muy de la capital gallega... soplar sopló la armónica con la clase de siempre, a ratos algo cansado quizá debido a tocar la noche anterior [mucho y muy intenso antes unas 450 personas en el Auditorio de Ferrol] y a que Los Reyes del KO, siendo buenos, llevan siete años actuar, lo que siempre afecta.

Buena música blues, talento, frescura, humor y vitalismo... esa es la recta que marcó la noche con un Marcos que cambiaba de armónica casi como un malabarista en un concierto cuyo repertorio brilló más cuando la banda estaba al completo en escena que en los momentos a dúo.

En el tramo final, tras regalar un bis muy reclamado, desde el público le cantamos cumpleaños feliz a Adrián ya que al llegar al 11 de febrero iba a celebrar otro año más como bluesman que pelea en las trincheras de un mundo "complicado" dijo en alusión a lo que cuesta ser músico aquí.

No tocaron más de las doce de la noche aunque toda la sala lo pedía. "Este Ayuntamiento de Santiago no lo permite", explico Adrián mientras Marcos y el resto de la banda empezaban a quemar el escenario con la aplaudida traca final de Los Reyes del KO, un buen grupo de blues con dos héroes al frente [Marcos, afincado en Berlín; y Adrián, entre Madrid y Compostela] que ya trabajan para protagonizar nuevas aventuras.