11 Marzo de 2017 en sala O Túnel, Coliseum, A Coruña

• · Público: Unas 450 personas.
• · Precio: 15 euros en venta anticipada, 18 euros en taquilla.
• · Promotor: IMCE - Ayuntamiento de A Coruña

No recuerdo bien cuantas veces he presenciado ya a León Benavente. Tal vez cinco, tal vez seis, incluso más. Pero lo que siempre me viene a la memoria es su brutal y contundente directo. Una banda muy joven, discográficamente hablando, con sólo dos largos y un EP recién salido (En La Selva) además de otros EPs previos desde que emergió en el año 2013, pero cuyos componentes están más que curtidos en el panorama del indie rock nacional, con su líder Abraham Boba (voz y teclados) y la precisa guitarra de Luis Rodríguez, habituales acompañando a Nacho Vegas; el bajista y exTachenko Eduardo Baos, y César Verdú que dejó su impronta como batería y percusionista de Schwarz.

Sobre las diez y cuarto de la noche, quince minutos después del horario previsto, lo que no se puede considerar un retraso, León Benavente irrumpió en el escenario de la Sala O Túnel, en el Coliseum herculino, con el cuchillo entre los dientes dispuesto a dar caña con su ya tradicional apertura, "Tipo D", desde que publicaron 2 el año pasado. A pesar de la explosión sonora de un tema convertido ya en un hit, el público parecía expectante y desprendía una cierta frialdad que el propio Boba percibió. Mi sensación: para muchos de los asistentes, era la primera vez.

León Benavente fue deshaciendo ese nudo gordiano ambiental con su permanente in crescendo, casi sin descanso entre tema y tema, aderezando la puesta en escena con los nada eclécticos movimientos de Boba, cuando la banda desplegó "California" y "La Ribera", también pertenecientes a este segundo largo con el que llevan girando por las salas y festivales de todo el país desde su lanzamiento; también por Latinoamérica. El público parecía que por fin se asomaba a la ventana, y comenzó a mimetizarse con las canciones de 2, de temática más personal, más vital, y con menos carga de la protesta social que se desprende de su primer trabajo.

 

Foto: Boba convertido en showman por momentos en el concierto de O Túnel

Con una sala casi llena, ya con el público enganchado mientras Baos levitaba percutiendo su bajo, dieron paso a "Las hienas", "Rey Ricardo" o "Ánimo Valiente" para rememorar su primer lanzamiento que surgió de esta especie de laboratorio de ideas musicales que crearon estos cuatro pedazo de artistas, apadrinados por Nacho Vegas, y que parieron a León Benavente y su disco homónimo en 2013.

Tras considerar que el pasado es un asco y el futuro una premonición, pesimismo desgarrador de "La vida errando", León Benavente entonó la canción con la que me atraparon para siempre, "Revolución", más próxima al pop que al rock de una banda difícil de encasillar, de múltiples influencias y que incluyen trazas de todos los estilos en sus canciones, y que con su espectacular y preciso directo se han hecho un hueco importante como uno de los grupos más vanguardistas de los últimos tiempos.

"Todos contra todos", reflejo de la crítica político-social del EP homónimo, y de León Benavente, y que representa muy bien el divide et impera, incluido en todos los manuales de estilo de las clases dirigentes actuales, dio paso a "la única balada de la noche", según el vocalista, aunque para mí tiene poco de balada: "Estado Provisional". Una historia de desamor que te obliga a dormir solo y además a hacerlo mal. El toque punk-rock de "Gloria", con un público coruñés ya entusiasmado y que se había contagiado de un hiperactivo Boba, un certero Rodríguez, un agresivo Verdú y un Baos que parecía tener unos muelles en las zapatillas.

Foto: León Benavente sonando como cuarteto bien engrasado en A Coruña

La velada llegaba a su fin. El calor se apoderó de la sala O Túnel con "Celebración", "La palabra", "Habitación 615", con la versión de Radio Futura, "Han caído los dos", y con "Aún no ha salido el sol"... Boba superó las vallas antipánico. Y, mientras entonaba "Soy Brigada", un recital poético que contó con la colaboración de Charli Bautista a la guitarra, el vocalista de León Benavente se diluyó entre un público que ahora sí, padeció de la catarsis que transmitían Abraham y sus acólitos.

Una vez más me supo a poco, y me extrañó que no presentaran alguno de los temas de su último EP, En la selva que ya circula por la red. Aun así, nada que objetar. Sólo elogios, sudor y movimientos de cadera. Deseando volver a ver el que, para mí, es el mejor directo nacional de la última década.

Foto: León Benavente, intensidad e indie pop rock lleno de ecos azules