07 Mayo de 2006 en sala Kafé Antzokia, Bilbao

• · Grupos: Doctor Deseo.
• · Público: Lleno.
• · Precio: 10/12 euros.

Bueno, dejando a un lado los incidentes al llegar... "No apareces en la lista de acreditados", etc, etc., que te deja cierto mal sabor de boca porque eso sucede más de lo necesario, se inicia el bolo con 15 minutos de retraso. Arrancan dos horas de rock and roll.

Entrar por la puerta y ya encontrarse el Antzoki lleno, es algo que nunca había visto antes. Y digo lleno, tanto que no puedes dar un paso sin provocar miradas de reproche. Se nota que Doctor Deseo es una veterana banda de Bilbao y, como llego tarde por el lío de la acreditación, me cuesta escarbar entre la marabunta para dar con un sitio cómodo, bueno, lo de cómodo ponlo entre mil comillas.
Estamos todos tan apretados que la noche es un baile conjunto. Danzas aunque no quieras moverte. La sala es un vaivén obligado y casi se mueve hasta la barra del bar.
En el escenario, Francisco lidera al grupo. Va tocado de negro, luce sombrero, guante tipo Gilda en la mano izquierda y liguero truhán en la pierna derecha. La atmósfera se completa con luces por todas partes combinando rojos y azules con ráfagas blancas que ralentizan los movimientos...
Francis ataca. Su su voz peculiar, fuerte, metálica, es perfecta para el rock urbano, rock roto de dolor, música que llega al alma, así se grita en la calle de los sentimientos, historias de tormenta y amor que permiten sentirte identificado en una u otra canción.
La batería también tiene su peso, Txampi hace que el corazón rítmico de la banda palpite
a todo gas, con nervio, tanto que a veces creo le va a estallar la caja. Tras unos teclados que parecen un rascacielos, Raúl se acopla desde el fondo del escenario. Toro, el heavy calvo como lo define Francis, toca la guitarra y pone los coros, completando el quinteto de la noche Josi, en el bajo.
Repasan el nuevo disco, Detrás de los espejos rotos. Intercalan temas de discos anteriores, como "Abrázame" de "Rómpeme con mil caricias", entre otras. En el repertorio nuevo, echo de menos un coro femenino como el que pone Sorkun en el álbum, le daría más juego y nos ahorraría el sufrimiento de oir a Josi ¿haciendo? coros...

Parece Imposible pero Francis no sólo se mueve dentro del escenario, es capaz de hacerlo en medio de la marea humana que llena la sala y además hablar con la gente, luego se sube a la barandilla del anfiteatro, se cuelga al borde, se esconde entre los tecnicos de sonido, canta desde una esquina para dar dramatismo, salta a la pasarela de focos que hay en el techo y allí, en el cielo de Bilbao, se pone a repartir brillantina...
Esa desgarradora puesta en escena que define el estilo de Doctor Deseo porque la vida, ya lo dijo Calderón, es sueño y el sueño teatro... ¡y yo quiero ser actor!
Francis sabe extraer todo el jugo a la expresividad de su voz, no canta, interpreta, algo que hoy echo de menos en las bandas nuevas.
Un gran concierto. Hay que verles, interpretarles. Puro rock and deseo.
Si estás triste acude al doctor Francis.