13 Mayo de 2018 en sala BBK, Bilbao

• · Grupo: Alice Francis.
• · Público: Casi lleno [planta de abajo].
• · Precio: 12 euros en venta anticipada.
• · Promotor: Ciclo Musiketan.

Puntualidad británica la del concierto de Alice Francis. En la sala BBK da gusto, hay máximo respeto hacia los músicos. Y ante un aforo cubierto al 90% [solo planta baja], esta pizpireta cantante alemana de neoswing prueba por qué está en alza en la escena groove europea.

Antes de que ver a Francis salen sus dos músicos: Chul-Min Yoo y Mr. Goldielocks. El primero comienza con una intro al teclado para ir abriendo boca; el segundo toma su lugar frente a su Hal 9000 soltando un... "Hello Bilbaoooooo", que tiene amplia inmediata buena respuesta entre el público. Digo lo de Hal 9000, porque Mr. Goldielocks toca más bien un ordenador bien arropado, un ipad [tiene otro Yoo] y dos micros, uno para distorsiones, poniendo así los samplers al repertorio de esta gira donde Alice presenta su segundo disco, Electric Shock.

En escena tienen también una guitarra con esqueleto de metal transparente. Así, se bastan y sobran para llenar la sala de música evocadora. Por eso mismo, pronto nos ponemos todos a bailar, a seguir los coros que nos explica ella al poco de salir al escenario. Fieles seguidores del ritmo que imponen y proponen, obedecemos incluso ante fraseos tan atípicos como... "Co co bam bam bu bu ay ay", que Alice nos va pidiendo a medida que avanza la noche.

Foto: Alice Francis en una gira previa invitando al público a bailar

Ella viste bata elegante y tras un puntual susto porque su micro no va, "Are you ready?", dice... añade: "Somos muy felices de que somos en Bilbao" . Arranca su show muy vitalista. No para de bailar, vestida de cabaret, luce un moño imposible en la cabeza y canta con la sonrisa perpetua cual reina del swing. Termina ese primer tema dando las gracias en euskera: "Eskerrik asko". Pregunta si se dice así, escuchando al momento un sí gigante que ella replica así: "I remember for the last time in Bilbao". Este es su cuarto concierto en Bilbao, y parece sincera al explicar que le gusta el público bilbaíno.

Ya en su segunda canción pide que nos levantemos y nos señala el ritmo a seguir con las palmas: "Clap, clap clap, clap clap. Love is a river, love is bee..." De pronto la BBK parece la sucursal europea de un club vintage del Cotton Club. De su primer disco largo, St. James Ballroom, suenan temas como la animada "Shoot Him down!", interpretado con algún que otro scrach que explica que esta mujer canta en el siglo XXI con aroma a groove y nujazz pero con influencias del siglo XX. En directo, Francis explica los experimentos que va haciendo con el harmonizer, el sintetizer, el micrófono mágico, mostrando así su polivalencia para unir jazz y pop.

A mitad de setlist, se marca "Slave and lord" a dúo con Mr. Goldielocks, quien revela que aparte de ser un buen músico también tiene recursos vocales. Da gusto escucharles juntos. Francis, nos pregunta a las chicas si alguna vez hemos sido disparadas en el corazón. Es divertida y lo sabe. Al rato le suelta a Goldilocks un cómico "Kick my ass". Pregunta cómo se dice en castellano y bromea diciendo bésame el culo emulando a Sara Montiel con su famoso "Bésame mucho"; y acto seguido canta ese llamativo título, parte de su debut, publicado hace tres años.

Francis en concierto ofrece menos temas de los que parece indicar hora y cuarenta minutos de actuación, todo porque habla mucho pero, seamos claros, todas las canciones suenan potentes. Y así, entre neoswing, baile, coros, palmas y simpatía, Alice hila un buen concierto donde también sobresalen canciones como "Coco Baca Bum Bum" [entonada en castellano], "Beautiful pain", "Here’s looking at your kid", "Dear love" o "Preacher man", pasando del español al inglés tanto cómo le da la gana, igual al cantar que al rapear puntualemnte.

Además, nos presenta una canción nueva, en castellano, "Coco Baca Bum Bum", compuesta especialmente para nosotros, dice leyéndola antes de indicar los coros. Todo antes de despedirse con "I really really really love you". Tras eso, se marcha, vuelve y suma dos canciones para dibujar el apoteosis y su adiós. Eso sí, nos dice que nos espera en cinco minutos fuera para abrazarnos, enganchada como parece estar al calor de la gente tras un concierto fabuloso que se pasa como un suspiro. Me llevo, nos llevamos... la sonrisa puesta.