03 Febrero de 2011 en sala Capitol, Santiago de Compostela, A Coruña

• · Grupos: Albert Pla y Diego Cortés
• · Público: unas 450 personas.
• · Precio: 20 euros anticipada.

Autor, showman, contador de historias.... y de histerias. El dominio del escenario que tiene este inclasificable duende catalán atrapa igual a sus seguidores que a los curiosos. Cantautor y lenguaraz, bocazas e imaginativo, rebelde y divertido. Albert Pla y Diego Cortés, juntos, ofrecen uno de los mejores espectáculos que hoy se puede ver en vivo, sin necesidad de láser ni pantallas gigantes.

Albert Pla gira desde hace más de diez años con Diego Cortés, un maestro de la guitarra flamenca y en la sala Capitol, quienes se acercan pocas veces al palo sureño, como es mi caso, estamos intrigados por saber qué peso llevará Cortés en medio del repertorio que Pla suele improvisar aunque ahora se centre más en su último disco, La diferencia.

Primera sorpresa. Albert solo en escena. En el rato que he salido a fumar y he vuelto... paso de mirar un escenario vacío a verlo con el cantautor de Sabadell contando la historia del Gallo Eduardo Montenegro, el gallo de la afonía. Vestido con su habitual desaliño, con el micro de boca y los ojos muy abiertos, como en Vida y Milagros [cd y dvd en directo] pero sin tanto ropaje instrumental... su peculiar humor logra la primera ovación de la noche.

Entre las primeras filas, se asoma alguna camiseta de Extremoduro en memoria de Robe Iniesta, otro loco enamorado de ese ombligo de la luna llamado poesía. Sale Cortés, presentado por Pla mientras empiezan a marcarse "La Diferencia", canción que reivindica el gris, ese color que vive entre el blanco y el negro. El manejo de las pausas, va sirviendo a Pla para leer el tipo de público que tiene delante. Le basta un fraseo rumbero de "chole, le, le, lei..." y... "lo, la, lo, lai... ló", para brincar de la dulce guitarra de Cortés a la rabia puntual para que nadie piense que está ante un cantautor de repertorio acomodado. ¿Cuál es la diferencia...? Ser capaz de jugar al escondite con el público, sorprenderle. Esa es la diferencia.

Mientras un grupo de fans grita a nuestro lado... "Marcelino... Marcelino", Pla se marcha con "La Lola", otra de esas canciones, historias, e histerias que hace de él un autor diferente, referente. Al rato, llega el momento de Cortés, solo en su silla, tratando de darle "quejío" a su guitarra con un solo que rescata fraseos conocidos de Paco de Lucía. Cortés acaba tocando en pie, desparramando ritmo atronador en medio de una sala que no está para escuchar guitarra tranquila si no más bien rumbera.

Vuelve Pla y con él... "La Oscuridad", tema donde las luces se van. Él baja del escenario con su casco de minero minimal tocado con lucecitas azules a cada lado de su frente. Así, va repartiendo fraseos y penumbras entre una lluvia de clicks sordos de cámaras y teléfonos móviles.

Rodar y rodar, de eso sabe el directo de este catalán polifacético, tanto que su actual gira se mezcla con otra donde comparte bolos con Pascal Comelade y en breve puede que haga otra para su disco a medias con Miquel Oliver, líder de los mallorquines Antonia Font, el grupo más fresco del pop en catalán.

Estados Unidos, país que siempre está que arde... se hace presente con "La Colilla". Ahí, Pla pone el único cigarro bajo techo, encendido con mucho aplauso crítico hacia la exagerada nueva ley que todos conocemos. Alber enciende la colilla, fuma y perfuma de sarcasmo a todo el local hablando de esa cabeza que cayó al otro lado de la frontera, y con ella un incendio itinerante, sangrante, para zarandear todo lo políticamente correcto. La sala se viene abajo. Y a nuestra vera, el grupito insiste: "Albert... ¡Marcelino, Marcelino!"

Tras una hora, llega la historia de... "el negro es mejor que tú, no tiene malicia ni mal corazón", tonada cantada por mucha gente y que recuerdo por formar parte de un recopilatoriio del programa Discópolis [Radio 3]. La rabia estalla con "Insolación", momento perfecto para el adiós de mentira.

Albert Pla vuelve. Regresa solo. Abre la prórroga con "El bar de la esquina mayor, la boda más loca de la historia, de la histeria". Retorna Cortés y juntos despachan la versión del "Walk on wild side", tema original de Lou Reed que Pla pone patas arriba, como hace con el "Yo soy Rebelde", de Jeannete, popularizado como parte de "Airbag", y que tampoco falta en el repertorio de esta noche, aunque, eso sí, ventilado con rapidez, como cumpliendo con lo previsto pero sin regodearse en la suerte de lo previsible.

La historia sobre la novia con 20.000 ojos sella el show. La fantasía se desparrama y el sentido del humor cabalga libre...

Alber Pla el niño salvaje que no quiere ser mayor. Esa... esa es... la diferencia. La misma que hay al pinchar en la mayoría de los enlaces a sus videos en la página oficial del músico y que destapan un mensaje de Youtube "Este video se ha retirado debido a que su contenido infringe los términos de uso de Youtube"; muy revelador...