20 Marzo de 2010 en sala Capitol, Santiago de Compostela, A Coruña

• · Grupos: Sidonie + Stereotipos
• · Público: Unas 600 personas
• · Precio: 15 / 18 euros
• · Promotora: Idea Rock

Sidonie es, hoy por hoy, el mejor grupo nacional en vivo. Lo dice este concierto en Santiago de Compostela. El incendio, su nuevo disco, tiene más canciones redondas que sus dos trabajos previos [Fascinado y Costa azul], el grupo catalán lo sabe, el público también, y del encuentro, saltan chispas y brota el fuego...
Y que su incendio nos lleve por delante!!!

Es sábado pero da igual. Todo empieza con la rítmica vitalista de "Nuestro baile del viernes". Marc abre la boca y muestra esa buena dicción al cantar que debería ser habitual aunque rara vez se vea [en la misma sala, quince días antes, a Santi Balnes, de Love of Lesbian, apenas se le entendía].

"Bailemos, por un momento, bailemos..." Hay unas 600 personas en la sala, 599 coreamos... "Bai... leeeee.... mos". Es una de las canciones que arden en el nuevo álbum, quinto de su carrera. Tiene algo de esos himnos optimistas que tanto nos gusta compartir en noches de ritual de espaldas al domingo. Desde las primeras filas, vuela fuerte el estribillo gracias a un coro de voces femeninas con aroma a primero o segundo de carrera universitaria, gente dispuesta a bailar desde el minuto cero al 90, que diría Julio Ruiz.

"La sombra", con ese inicio trepidante y algo melancólico, es otro de los cortes de apertura. Esa arrancada enérgica se detiene un poco cuando Marc agarra una acústica pero importa poco, con una u otra guitarra, el directo de Sidonie suena engrasado y sus componentes llenan muchísimo el escenario.

La fiesta empieza bien. Al llegar a la sala, algo nos lo indicaba. "Ayer en el Playa Club [A Coruña] dieron un concierto impresionante..."
La frase es de Lucila, de la promotora Idea Rock, a quien saludamos al entrar. Ella suele ser cauta a la hora de hacer ese tipo de comentarios, así que entramos al local intuyendo que será una gran noche de baile aunque no sea viernes. Nos hemos perdido el set acústico de Stereotipos, un grupo de A Coruña del que sabemos bien poco y al que mucha gente confunde con el combo cántabro Stereotypo.
Sigamos pero... bailemos!!!

"A la ciudad ha llegado el circo..."
Esa frase abre "Un día más en la vida", ejemplo del logrado vitalismo que irradia parte de El incendio. La banda pone a toda la sala a suplir la voz femenina que suena en el disco cantando... "Lunes, martes, miércoles, jueves, viermes, sábado y... domingo", ¿soy la única que se acuerda de Robert Smith?

Del disco Fascinado [Sony, 2005], rescatan la canción que da título con todos gritando... "fa, fa, fa, fas.... cinado". También de ese álbum, tocan "Boheme", dedicado a Keruac, Sinatra y otros iconos de la cultura pop, porque la sala está llena de gente que prefiere Sexo en Nueva York que aguantar un ciclo de Fritz Lang.

No sé si antes o después, Marc y Valdo se quedan solos en el escenario. Interpretan "Giraluna". Marc pide que todo el mundo siga el tema sentado en el suelo, baja unos peldaños y como si fuera un crooner de vieja escuela va entonando de forma muy suave cada fraseo mientras miramos la luna [un efecto de luz que prueba lo estudiado que llevan ese aspecto del show]. Marc canta y se fija bien en no pisar a nadie de un público rendido a sus pies [en los dos sentidos], y vuelve al escenario para que Valdo haga un solo de Hammond que explica por qué lleva 5 años en la banda contribuyendo a su mejoría.

A diferencia de otros grupos que renuncian a su primer disco, ellos hacen "Feelin’ down", hit bailable de su etapa inglesa, de cuando bebían más sicodelia y crecían en el sello Bip Bip hasta convertirse en revelación indie junto a Deluxe. Unas canciones más tarde, en medio de un bolo que va camino del apoteosis, acaban un tema con dos explosiones de confeti volador brillando entre destellos al cruzarse con las luces. También recuperan de aquella etapa, "Sidonie goes to Varanasi", con Jesús sentado en el suelo del escenario tocando su mítico sitar para relajar el ambiente con notas que hacen zig zag en medio de un clima de sicodelia.

La sombra de Los Rodriguez planea por el techo cuando Sidonie saca "Viva el loco que inventó el amor" y "Sin querer", dos de las muchas canciones de corazón que llevan en el repertorio de este 2010.
"Ahora vamos a tocar una habanera...", así anuncia Marc... "Por ti", canción que pierde en directo el exceso de azucar que irradia el disco, probando que la banda tiene tal estado de forma en vivo que mejora todo lo que toca.
Sigamos... bailemos!!!

"En mi garganta" marca otro subidón. Jesús toca la mandolina y el grupo demuestra la riqueza de matices dentro de su receta pop rock. El crescendo a ritmo de palmas y los coros festivos rompen la medianoche del sábado. "¡Vamos Santiago...!", repite Jesús de vez en cuando; y Santiago, en plena noche, canta... "Te quiero", porque Sidonie está en la garganta de una madrugada donde salen a beber muchas frases pero siempre queda algo por decir.

Se van, vuelven, tras tener antes ese momento chupito con Axel paseando su bandejita cual "camarera orgullosa". Por el medio quedan también los besos entre Jesús y Marc, algún solo glorioso del Hammond, la [per]versión de Riders on the Storm de los Doors con Vicent y Jesús en el suelo, Marc escondido y Axel en medio del escenario tocando con las baquetas el micro, trepando por su batería, arrasando, en definitiva.

Las dos horas de concierto acaban con algunas bromas hablando de pulpo, dando algún "boas noites·", con un guiño de Marc en un tema de amor cuyo estribillo "Va por tí, el tío que tiene ahí el móvil para que lo escuche su chica...", en alusión a alguien de las primeras filas que hacía una llamada especial dudando sobre el jardín polar; a todo esto, Marc insiste a micro abierto en que Axel ha prometido desnudarse...

Tampoco faltan subidones fuera del guión con Marc jugando a que el público coree frases típicas de show anglosajón... "I feell allright...; ok, ok...; come on...", jugando con la voz hasta el punto de acabar el malabar poniendo tono super grave y luego marcando un fraseo de blues primitivo. En resumen, un espectáculo donde el descontrol encaja bien con lo calculado.

En el bis, muestran su elegancia al dedicar una canción a Xaime y Lucila, promotores, y a otra gente que hace posible el bolo. Detalle de clase, igual que el de presentar luego a sus dos técnicos [sonido y luces] y la persona que les ayuda a vender el merchandasing. El bis incluye "El incendio" y "El adios". El concierto roza el desfase, tanto en escena como entre el público, con Jesús luciendo ombligo, Marc a pecho descubierto, y todo el mundo cantando mientras la banda suena fuerte y claro. La sintonía entre banda y público está que arde, tanto que el fuego sube hasta el techo cuando acaban el show con seis cañones al borde del escenario lanzando fuegos artificiales. El estallido deja claro por qué hay gente que les vió ayer en A Coruña y repite hoy en Santiago.

Sidonie son Axel a la batería, lo más parecido a Keith Moon que tenemos en el mapa pop, una especie de flautista de Hamelin que siempre acaba subido al bombo y que a veces se convierte en serpiente-bailarina; Jesús, un bajista stoniano que ya no se tira en plancha hacia el público pero que aún gasta tic macarra en 2 de cada 3 minutos de su vida siempre con su bajo llegando alto; y Axel, un cantante con poso y peso escénido, con saber estar y un necesario sentido del humor para ser romántico sin ser vanal.
Ellos tres, juntos, y revueltos con Valdo [Hammond, acordeón] y Vicent [segunda guitarra]... son, a día de hoy, el mejor grupo nacional en vivo.

Arden, arden las calles pero... bailemos!!!