06 Noviembre de 2012 en Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela, A Coruña

• · Grupos: Mavis Staples
• · Público: Entre 800 y 900 personas [más de medio aforo].
• · Precio: 20 euros ant., 21 en taquilla.
• · Promotora: Ciclo Galicia Importa / Sweet Nocturna.

Mavis Staples es una grande del soul con regusto a gospel [educada en el grupo familiar The Staples Singers] y rhythm and blues. Pese a sus 72 años, es todo feeling. Poco importa su movilidad limitada, o las pausas que necesita su garganta, ella es el cruce perfecto entre una dama y un duende. Cantó en Santiago la misma noche que Barack Obama era reelegido presidente de Estados Unidos, y a él, asociado a su Chicago natal, le dedicó un tema bromeando al decir que era: "Obama Mama".

Tal vez le debamos a Jeff Tweedy, líder de Wilco, que Mavis Staples regrese a Europa. El ha producido en 2010 You´re not alone, el último disco de esta vocalista que cumple "62 años cantando... y aún con ganas", dijo en la capital gallega.

El concierto empezó con escasos 10 minutos de retraso. Y en el arranque un temblor recorrió el Auditorio de Galicia porque los dos cortes de sabor gospel que abrieron el set list se escucharon fríos, con un sonido mal ecualizado a pesar de ser canciones casi a capella con escasa intervención de la banda [guitarra, batería y bajo]. A los 15 minutos, la señas del guitarrista Rick Holmstrom al técnico de sonido escondido en una esquina del escenario [le indicaba con el dedo hacia arriba] surtieron efecto, así ese desliz fue borrado por el talento de Mavis y su troupe.

La vocalista norteamericana, tocada de negro riguroso como toda la formación, salió junto a un trío instrumental y un coro donde Donny Gerrard marcaba el tempo flanqueado por Vicki Randle e Yvonne Staples [hermana de la cantante principal].

A partir de ahí, vino media hora de show que puso las cosas en su sitio, con Staples alternando grandes canciones y comentarios socarrones aludiendo a que en Santiago se sentía como en casa "porque hace un frio idéntico a Chicago, la ciudad del viento...", dijo entre bromas al ser incapaz de decir bien el nombre de la ciudad que visitaba ["¿Santilago... Saltilago...?].

La versión de "The Weight", original de The Band, dio cancha a los apoyos vocales, con un solo de cada uno salvo de su hermana Yvonne, lo que hizo que el bajista demostrase que canta con dignidad. La maravillosa "You Are Not Alone" [podría escuchar 10 veces sin descanso] empezó a convertir la noche en algo especial, con ese punto de espiritualidad que esta mujer demanda a su público, llamada aquí correspondida con complicidad unánime.

A los 40 minutos de bolo, los coristas se marcharon y Mavis se sentó al fondo del escenario para descansar junto a su hermana. Allí, silente, bebiendo una taza que le trajeron con algo caliente [supongo], siguió el ritmo con los pies mientras, Holmstrom, ponía a funcionar al trío como si fuera una banda de crudo y feroz sonido años 50, rozando el country y el rhythm and blues, tocando fuerte y alto. Ante ellos, la abuela Staples miraba dando palmas sentada entre sombras, una imagen pintoresca pero armoniosa. En un tema de ese descanso vocal, el bajista, agarrando el slide, probó que un mastil también puede cantar gospel con la voz sentida.

La ovación tras ese break fue larga, y más al ver el regreso de la vocalista. Ella, a pocas horas de que Barack Obama saliera reeligido como presidente, habló mucho de derechos civiles, de "igualdad entre blancos y negros", de su difunto padre, de que aún tiene ganas de cantar, "y por eso doy gracias por encontraros en mi camino". dijo entusiasta.

En esa parte final sonaron cortes como "Freedom Highway" y "Wrote a Song For Everyone" [de Credence Clearwater Revival, canción que ya no sé si sonó antes o después de ese intermedio instrumental] pero lo mejor llegó con "I’ll Take You There", sobre la cual se montó una jam, alargando la interpretación con entradas, salidas, subidas y bajadas, todo planteado de forma muy colectiva. Y he ahí uno de los aciertos de Mavis Staples, cantar brillando [menos de los minutos deseados por el público] y llevar una banda y coro capaz de ganarse ovaciones sin parecer un copy paste tipo "estrella + grupo para dar respiros".

Hubo bis, con Staples lanzada, estrechando manos entre las primeras filas, besando a una espontánea que subió al escenario, y ya con media sala en pie, batiendo palmas a ritmo, esta leyenda de la música negra que, tosa más o menos, aún sigue ahi, con ganas... regaló dos temas de regusto gospel y aroma roots, uno simpáticamente improvisado, pero ambos cantados con ese sentimiento que sale desde lo más hondo.

PD: También cantaron "Eyes on the Prize" pero no recuerdo si fue antes o después del bis [estaba de pie bailando y disfrutando de hora y medio de una actuación que no se ve todos los días].