16 Julio de 2013 en Puerto Pesquero, Santurtzi, Bilbao, Bizkaia

• · Grupos: Fangoria
• · Público: Unas 800 personas.
• · Precio: Gratis

Fangoria son ya un clásico del calendario de fiestas de Euskadi y esta vez han parado en Santurtzi, villa marinera unida por metro a Bilbao. Allí, a la espera de que aparezcan Alaska [Olvido Gara] y compañía, público variopinto se entretiene recordando que esta madrileña nacida en México presentaba "La Bola de Cristal" [TVE, 1984-1988] o que hoy protagoniza un reality show en la MTV con su marido, Mario Vaquerizo. En escena, dos biombos iluminados ocupan los laterales de la tarima, al centro aguarda el micrófono que amplificará la voz de Olvido y al fondo, muy al fondo, el resto del decorado donde se situarán los músicos. Giran para presentar un nuevo disco llamado Cuatricromía pero en su set siempre caben éxitos pop de sus dorados años 80.

El concierto empieza con una introducción instrumental. Alaska aparece por la derecha del escenario embutida en un vestido negro con motivos de lentejuelas. Le siguen Nacho Canut que se ubica frente a los sintetizadores, Ikerne, que rasga de vez en cuando la guitarra y Spunky, que acompaña a Olvido con los coros. La canción con la que empiezan es "Perlas ensangrentadas", hit de 1983 de Alaska y Dinarama.

Las cuerdas vocales de la hispano-mexicana suenan más grave que de costumbre y han modificado tanto su voz que parece un playback. Afino el oído y la vista para comprobarlo y descubro que no, descubro que Alaska está cantando aunque el esfuerzo vocal sea mínimo.

Adolescentes y canosos braman la letra del primer tema. Una anciana me empuja y se coloca justo delante de mí, pienso en el gran tirón que Olvido tiene, sobre todo desde que aparece cada semana aireando su vida privada en "Alaska y Mario" [MTV]. Acaba el primer tema y la vocalista se dirige al público:
"Lo vamos a pasar muy bien", subraya mientras el Ballet Fantasía que acompaña a Fangoria a cualquier bolo, se deja ver por primera vez esta noche.

Lo componen dos rubias de silicona y dos adonis vestidos de cuero, todos enseñando más carne de la que tapan. Suena "Errores garrafales" y las bailarinas escoltan a Alaska con una coreografía algo descoordinada. Con "Miro la vida pasar", Olvido agita su larga melena negra [que ha pasado por todos los colores y estilos, incluidas las rastas] y alza el puño al aire mostrando su apoyo al colectivo gay cuando la letra alude a los travestis. Al fondo, Nacho Canut aprieta y desliza teclas. Sin él no habría base pero a veces parece que ni pincha ni corta en directo.

Avanza el concierto y los bailarines se desviven contoneándose, llegando incluso a desnudarse y simular una relación sexual tras los biombos laterales. Se nota que a Alaska siempre le ha gustado provocar, no dejar indiferente a nadie, incluso casi cuarenta años después de empezar en el mundo de la música. Se escucha "Me haces volar" y poco después, una reinvención del "Bailando", de Alaska y los Pegamoides. Siguiendo las órdenes de la canción, ella empieza a mover cada parte de su cuerpo. Tras enlazar todas las canciones sin dirigirse al público, suelta un "gracias" y empieza a sonar el clásico " ¿Cómo pudiste hacerme esto a mí?".

Un recital de Alaska es un espectáculo y no teme que dos bailarinas con el doble de altura que ella pululen contoneándose por el escenario. Ella se sabe el centro de Fangoria. Se marcha unos segundos y el ballet Fantasía se apodera del espacio. Tras unos minutos, el grupo reaparece con "Retorciendo palabras" y Alaska enseña su nuevo modelito: un mono negro que también ciñe su voluptuosa figura. Tras dos temas más, llega "Absolutamente", un single que cantaba con la fallecida Sara Montiel [¡Saritísima!]. Santiguándose y alterando la letra, Alaska la homenajea entre aplausos.

El concierto avanza entre coreografías mil y llega la canción número 17: "Ni tú ni nadie".

Todos se unen a la voz de Olvido para corear este sencillo lanzado en 1984 y que aun logra [re]mover a quien lo escucha. Con "Dramas y comedias", un fallo técnico hace que la base instrumental se silencie y que se escuche, por fin, la voz desnuda de Alaska. La mejicana argumenta que tienen problemas con los ordenadores y que los van a reiniciar, explica que esperan volver pronto y que lo harán con la misma canción. Se van, al rato ella reaparece con otro modelito, también de color negro y cierra el concierto, después de veinte canciones, con "A quién le importa".

Todo el mundo parece satisfecho porque ver a esta estrella de la movida madrileña casi siempre es un placer. Fangoria repetirá por tierras vascas en agosto teniendo como teloneros a las Nancys Rubias coincidiendo con las fiestas grandes de Bilbao. Revisa las fechas en nuestra agenda de conciertos;)

Foto: Fangoria, tuvieron que parar el show para reiniciar los ordenadores.