CRÓNICA: The Limboos - A Coruña, Mayo 2017

The Limboos, viaje en el tiempo: ¡a bailar!


Por: Nicolás Navaza. Fotos: Marta Rodríguez

Son muchos amigos y conocidos, reales y virtuales, que me han recomendado The Limboos. "Por donde pasan atrapan al público", leo en algún lugar. Una banda nacida en Galicia, y desde hace tres años madrileña de adopción, adonde se trasladaron para construir una formación con una trayectoria corta pero fulgurante, que hizo una apuesta arriesgada por un sonido que, curiosamente, vuelve a estar de moda, incluso entre las nuevas generaciones.

The Limboos, crónica de concierto

05 Mayo, 2017 | Nicolás Navaza. Fotos: Marta Rodríguez
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05 Mayo de 2017 en sala Garufa, A Coruña

  • · Grupo: The Limboos.
  • · Público: Casi lleno, unas 200 personas.
  • · Precio: 10 euros en venta anticipada.
  • · Promotor: I Wanna Management.

Son muchos amigos y conocidos, reales y virtuales, que me han recomendado The Limboos. "Por donde pasan atrapan al público", leo en algún lugar. Una banda nacida en Galicia, y desde hace tres años madrileña de adopción, adonde se trasladaron para construir una formación con una trayectoria corta pero fulgurante, que hizo una apuesta arriesgada por un sonido que, curiosamente, vuelve a estar de moda, incluso entre las nuevas generaciones.

El 5 de mayo llegaron a la Sala Garufa Club de A Coruña para presentar su segundo trabajo, Limbootica. Un largo donde mantienen esa fusión de Rhythm & Blues, Jazz y sonidos latinos de su ópera prima Space Mambo (2014), y que es un viaje en el tiempo, cruzando el charco, que nos traslada a New Orleans y a la música cubana y brasileña de los años 50 y 60.

Con esta presentación, nos llegó la incertidumbre cuando llegamos al Garufa Club, acogedor, amplio, pero vacío en aquel momento. Faltaban diez minutos para la hora del inicio del concierto (22.30 horas). Fue un espejismo. Un público, más heterogéneo de lo que pensaba, empezó a ocupar cada hueco de la sala cuando a las once de la noche ya habían asomado. Fue en ese momento cuando Roi Fontoira (guitarra y voz), Daniela Kennedy (batería, percusión), Sergio Alarcón (guitarra, teclados, percusión), Santiago Sacristán (contrabajo y bajo) y Daniel Niño (Saxo), elegantemente ataviados, llenaron la sala -ya en escala de grises- de sonido con temas como la frenética "I Don’t Buy It" o la calidoscópica "Blue Dream".

The Limboos en A Coruña mayo 2017

Foto: The Limboos refuerzan su base rítmica con metales

El público se rindió al contagioso ritmo de The Limboos, la temperatura se disparó en forma de baile, a pesar de las palabras, creo que irónicas, de Roi: "Pensé que en A Coruña se bailaba más".

El vacío inicial se había esfumado por completo. Cuando sonó "Crazy Rumba", aquel viaje sonoro nos trasladó hasta Cuba. Los contoneos tomaron otra deriva mientras Sergio Alarcón, también conocido familiar y cariñosamente como "El Manisero" por su peculiar y característico estilo con las maracas (chivatazo de Alfonso Espiño, ex integrante de Mega Purple Sex Toy Kit y de Los Chavales que el 19 de mayo presenta su primer trabajo en solitario) no dejó indiferente a ninguno de los ya descamisados y sudorosos asistentes que con "Calypso Drunk", "Danzon", "Been Whole a Lot of Time", "(Uh Huh) No Business Next To Mine" y "Rough Trip", desplegaron de nuevo sus danzas más inquietas y exaltadas del R&B más primigenio de New Orleans, que en ocasiones hace un giño a los sonidos de los felices años 20 donde la voz profunda y rasgada de Roi Fontoira o el saxo barítono de Daniel Niño adquieren protagonismo.

The Limboos en A Coruña mayo 2017

Foto:The Limboos durante su concierto en A Coruña

El viaje en el tiempo llegaba a su fin. Un viaje provechoso, electrizante, de alma negra, que durante algo más de hora y media fue pura desconexión y que con "I am a Fool", "Lies (Two Wrongs Do Not Make a Right)" permitió darse un respiro al público y también a los integrantes de una banda que desprendía música y energía por todos sus poros. Con "No Troubles", iniciábamos el regreso; y como colofón, acompañados por uno de los saxofonistas de la Garufa Blue Devils Big Band, se despidieron con su particular versión de "El Manisero" de Antonio Machín. El blanco y negro comenzó a desaparecer. Cuerpos descamisados, sudorosos, pero sobre todo muy satisfechos. Y un recuerdo: "Danzad, danzad, malditos", de Sydney Pollack.

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